Estuve muerto y después vivo. Lloré y después reí.
Se apoderó de mí el poder del amor y me volví fiero como el léon, y después tierno como el lucero del alba.
El me dijo: no estás lo suficientemente loco. Esta casa no es tu sitio.
Enloquecí salvajemente y me tuvieron que atar. Me dijo: sigues sin enloquecer lo suficiente para quidarte con nosotros!
...
El alma al amanecer es como agua oscura que lentamente empieza a decir: gracias, gracias.
Se apoderó de mí el poder del amor y me volví fiero como el léon, y después tierno como el lucero del alba.
El me dijo: no estás lo suficientemente loco. Esta casa no es tu sitio.
Enloquecí salvajemente y me tuvieron que atar. Me dijo: sigues sin enloquecer lo suficiente para quidarte con nosotros!
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El alma al amanecer es como agua oscura que lentamente empieza a decir: gracias, gracias.
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